Por Silvia Ruiz M.
El maestro Sigiberto Velásquez Lecca, uno de los mayores exponentes e
investigadores de la quena peruana, nació en Chimbote, en una familia en la que se cultivaba la
música. A temprana edad fue cautivado por este
instrumento ancestral y enfrentó la dificultad de querer aprender y desarrollar la habilidad de tocarlo sin tener quién le enseñe de manera profesional, lo que lo obligó a aprender técnicas de otros instrumentos y aplicarlas sobre aquel que era su pasión: la quena.
“Sigi” –como es llamado en el mundo artístico–, además
de ser músico es docente universitario en las especialidades de historia y música y tiene
una Maestría en Educación por el Arte de la Universidad Ricardo Palma. Estudió en el Conservatorio Nacional de Música del Perú y actualmente es Director del Taller
Artístico Musical de la Universidad Inca Garcilaso de la Vega.
Hay que
destacar, además, que Sigi Velásquez tiene un proyecto ambicioso en el que está trabajando arduamente: “la universalización de la quena peruana”.
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Maestro Sigi ¿de quién heredó el gusto por la música?
Bueno, empezó en
mi hogar, mi abuela tocaba piano aunque no lo hacía de forma profesional, pero en mi familia se cultivaba el gusto por la música, mi abuela por ejemplo tocaba piano, y crecí en ese ambiente.
¿Cuándo empezó su historia con la quena?
Fue en el colegio, a los 12
años de edad. Por única vez un profesor de arte enseñó a tocar quena y ―¿cómo es el destino?― justo me
tocó a mí. Imagina…
en Chimbote, una ciudad costeña que nadie relacionaría con la quena, un
instrumento típicamente andino.
Video cortesía Maestro Sigi Velasquez
¿Desde aquel momento se enamoró de la quena?
No, con sinceridad no fue en
ese momento. El curso de arte
era un curso de relajo, nos divertíamos pero no le dábamos
importancia, era como
un complemento, y muchas veces el profesor se cansaba porque no le hacíamos
caso. Un día estaba en mi casa, en la tarde, y, como
siempre, salí a
jugar con mis amigos del barrio pero no había nadie… Así que me regresé, y ya en mi casa
vi la quena, y como el profesor nos había dejado un par de ejercicios, empecé a practicar y los hice fácilmente en diez minutos… y al rato llegaron mis amigos y entonces salí a jugar. Al día siguiente al profesor se le ocurrió tomar examen y yo fui el único que sabía. El profesor se sorprendió y pensó que yo había practicado toda la semana, entonces empezó a enseñarme más
canciones y a dejar más ejercicios. A mí se me hacía fácil tocar así que empecé a salir en las actuaciones del colegio y formamos un grupo pero al siguiente año el profesor se fue.
Pero ya le había agarrado el
gusto y seguía practicando, tocando… Y había un grupo de música latinoamericana en la parroquia y me
jalaron a tocar con ellos, pero el que
tocaba la quena también se fue. Yo entré a aprender; sin embargo tuve que asumir mi aprendizaje porque no había quién me enseñe y tenía que sacar
por oído las canciones. Para
poder avanzar tuve que aprender a tocar otros instrumentos y es que en el colegio se creó la banda de
música, en donde aprendí a tocar el clarinete… y todo lo que aprendía luego lo aplicaba a la quena. Allí
aprendí a tocar varios instrumentos: el charango, la zampoña, la guitarra… Y eso me ayudó a desarrollar mis conocimientos musicales y mi
técnica para tocar la quena. Finalmente,
mi deseo de aprender y mejorar mi técnica me llevó a tocar por todo Chimbote y
con todo tipo de grupos musicales.
¿Cuándo supo que quería desarrollar la quena
profesionalmente?
Cuando terminé el colegio ya
tenía claro que quería ser músico y vine a Lima para postular al Conservatorio Nacional de Música. Pero cuando llegué a Lima me di con la sorpresa de que en el Conservatorio no había la
especialidad de quena, había la de flauta traversa… Entonces pensé hacer lo mismo que hice con el
clarinete… así que contraté a una
profesora del Conservatorio para que me prepare. Ella, después
de notar mi habilidad, me insinuó que debía dejar la quena por la flauta para que
pueda hacer la embocadura de la
flauta correctamente, consejo que no fue con mala intención pero estaba errado. Decidí seguir
con la quena y cuando me dijeron que tenía que dejarla si quería tocar bien la flauta, dejé la
flauta. Entonces
se pensaba que no se podía trabajar con ambos instrumentos… Ahora se piensa diferente. Eran otros tiempos…
Video cortesía Maestro Sigi Velasquez
¿Y qué sucedió después de eso?
Me provocó seguir
con más firmeza. Compraba métodos y partituras para saxo, flauta y los adaptaba a la quena. Tocaba todo tipo
de música: ingresé a bandas de rock, fusión, a grupos de música
criolla, jazz, andina…, cuando de pronto pude ingresar al Conservatorio pues se
abrió un Taller de Instrumentos Tradicionales Peruanos. Llevé todos los cursos y me desarrollé como músico, pero esta experiencia, lamentablemente, no duró mucho y finalmente se
cerró el Taller. Pero ya tenía reconocimiento y viajé mucho al extranjero, con muchos grupos pero sobre todo con el grupo Alturas, un grupo de música latinoamericana muy conocido en
Europa. Con ellos viajé mucho y pude quedarme en el extranjero pero siempre regresaba. Sabía que iba a regresar y aquí estoy... En resumen, puedo decir que
logré mucho, todo lo que he querido tocar lo he tocado: latin jazz,
música latinoamericana, música de todo el mundo, incluso música clásica… Y he tocado en diversos países y diferentes auditorios, para
todo tipo de público.
Maestro, observo que su música no tiene un estilo marcado.
Es porque nací en Chimbote y allí heredé el gusto
por diferentes tipos de música porque en esta ciudad convergen diferentes
culturas de todo el Perú. Desde niño veía danzas y escuchaba música de Ancash, del Cusco, de Puno, de la costa, de la sierra, de la selva… de todo el Perú, y como Chimbote es un puerto también se escuchaba salsa y música de todo tipo.
Es por eso que no tengo un estilo marcado y también porque yo apuesto por la universalización de la
quena.
¿Y en qué consiste la universalización de la quena?
Es un proyecto que tengo y en el que estoy tratando de
dar a conocer al mundo la versatilidad de la quena como instrumento para tocar todo tipo de música, no solo música tradicional peruana. Quiero desarrollar todas las posibilidades de la quena como instrumento.
Algunos dicen que la quena es un instrumento difícil de tocar…
Lo dicen porque la quena es una flauta vertical, sin canal
de insuflación, que tiene un bisel chiquito, cuadrado, y al comienzo es un poco complicado hacerla sonar, sacar el sonido; pero una vez que se aprende la técnica se hace muy fácil poder
tocarla.
He oído que el verdadero origen de la quena es español y desciende de la flauta…
Es falso, porque la
quena es un instrumento prehispánico, incluso preinca, con más de cinco mil años de antigüedad, y es anterior a la flauta; en todo el mundo hay flautas, pero quenas solamente en las zonas de Perú, Ecuador y
Bolivia. Además, donde se han encontrado la mayor cantidad de quenas, y las de mayor antigüedad, es en la costa peruana… En Chilca está la quena
de cinco mil años de antigüedad.
Es interesante saber que la
quena pudo haber desaparecido. En los tiempos del Virrey Toledo se ordenó
destruir y quemar todos los instrumentos que no fueran de origen español como
una manera de afianzar el dominio cultural de España. Se prohibió cualquier manifestación de la cultura indígena
(idioma, costumbres, creencias, cantos, su arte en general) pero el indio se
resistió y siguió haciendo sus instrumentos… y la quena hasta hoy se sigue
tocando.
¿Qué es lo que lo cautivó de la quena?
No sé, yo creo que la quena me conecta conmigo, con mi destino, con el universo. Toda mi vida está marcada por eso, la gente que conozco la he conocido
por la quena, la quena me acompaña en mis estados de ánimo y a
veces la dejo de tocar varios días… Pero siempre vuelvo a tocarla. Solo puedo decir que empecé como
jugando en el colegio, y que parece que fue el destino… Creo que la quena es un instrumento que estaba marcado para entrar en
mi vida y que yo tenía que desarrollarlo y a través de él abrirme camino. Todo lo que yo he logrado en la vida lo he logrado por la quena. ¿Cómo empecé a trabajar en la universidad? Me llamaron porque
tocaba la quena...
La quena es un pretexto para
iniciar algo, es algo muy personal, la quena soy yo. Me da libertad, hago lo que quiero. No vivo todos los días tocando la quena para que me escuchen.
Muchas veces la toco solo para mí.
Cuando tuve que decidir si vivir
como músico o como docente, no quise vivir como músico.
Ser docente fue mi opción, y hoy tengo una maestría en Educación por el
Arte… Para mí es muy importante tocar cuando
quiero, como quiero, es parte de la conexión que tengo… Si viviera como músico no tendría esa libertad.
Finalmente, háblenos de sus planes.
Estoy preparando dos
producciones musicales: “Clásica
la Quena”, que es de música
clásica; y “Quenafro”, que es música de folclor afro-peruano pero interpretada con quena. También estoy preparando un concierto en Iquitos con la orquesta sinfónica de esa ciudad, el que debe realizarse el 27 de julio de este
año.
Muchas gracias y éxitos en sus planes.
Producción musical
Sigiberto Velásquez Lecca ha realizado
innumerables grabaciones con diversos artistas y grupos, así como producciones
propias. Entre las últimas destacan:
Quena Criolla (Lima, 2007)
La
Magia de la Quena (Lima, 2004)
Música
del Perú (Miami, 2000)
Canto
de Mil Raíces (España, 1991)
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