Por Silvia Ruiz
El domingo 7 de mayo los miembros de la Asociación Cooperativa del Mercado Túpac Amaru II (conocido como el Mercado de Plátanos), celebraron una fiesta en honor al “Señor de Muruhuay”, originario de la ciudad de Tarma. Si algunos no lo conocen, este mercado queda en el distrito de San Luis, a la altura del Óvalo Túpac Amaru, en el cruce de las avenidas Arriola y San Juan, muy cerca de la avenida Aviación.
La presidenta de la asociación, la señora Miriam Romero Ubaldo, nos contó que la cooperativa existe desde hace 47 años e inicialmente el lugar era un algodonal y que con mucho esfuerzo los socios fundadores construyeron el mercado.
Así mismo, nos dijo que el culto del Señor de Muruhuay fue propuesto por uno de los socios fundadores, el señor Amador León, puesto que la mayoría de ellos proviene de la ciudad de Tarma, lugar de origen del culto. La señora Miriam Romero se siente muy contenta con esta celebración y considera que es una excelente oportunidad para confraternizar entre los asociados.
El domingo 7 fue un día lleno de sorpresas que se inició con una misa solemne, oficiada por el padre Manuel García. Posteriormente, los mayordomos del 2017, los esposos Teodoro y Alejandrina Marmolejo, hicieron uso de la palabra con mucha emoción para, luego, en medio de aplausos de los asistentes, entregar el cargo a los nuevos mayordomos para el 2018, el señor Cirilo Félix Báez y su esposa, la señora Julia Ventocilla.
Los fieles acompañaban con fervor al Señor de Muruhuay en su recorrido por los pasajes del mercado. El anda se detenía en los puestos mientras los presentes elevaban una oración pidiéndole protección y fuerza para trabajar y poder superar las adversidades que se presenten. Luego, los socios se esmeraban ofreciendo bocaditos y bebidas a los asistentes. La rica pachamanca fue el plato de fondo.
En este hermoso compartir no podían faltar las bandas de música folclórica tarmeña y sus danzas típicas, como la Pachahuara y la Chonguinada, así como la presencia de artistas consagrados como
Amanda Portales, Chiquitín de los Andes, la Tarmeñita, Charito Corazón y la agrupación Cuarteto Continental, que puso a bailar a todos los asistentes.
Fue una linda celebración, muy propia de la Lima de las últimas décadas, con mucha presencia de migrantes emprendedores que se dan tiempo para compartir y recordar sus costumbres y orígenes. Desde estas líneas enviamos nuestras felicitaciones a los mayordomos Teodoro Marmolejo y a su esposa Alejandrina Palomino, por su esfuerzo en hacer de ese domingo 7 de mayo del 2017 un día inolvidable, objetivo que por cierto lograron.
Y para concluir este artículo, una anécdota. El Padre Manuel García prometió el próximo año, en la misma fecha, llegar 15 minutos antes para confesar rápido a los miembros de la cooperativa, ya que según él sus miembros trabajan tanto que no tienen tiempo para cometer pecados.
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