Por Silvia Ruiz
El pasado domingo 16 de julio en el Albergue Municipal María Rosario Aráoz, ubicado en el distrito de
San Juan de Miraflores, se realizó el desfile cívico-militar protagonizado por
los adultos mayores residentes en el hospicio con motivo de la celebración de
nuestras Fiestas Patrias.
Cabe
destacar que el albergue es administrado por la Municipalidad de Lima, desde su
fundación en el año 1965, con la finalidad de proteger a los adultos mayores
que están en situación de abandono. Actualmente alberga a 350 internos, entre
damas y caballeros, que son atendidos por un equipo
multidisciplinario, entre médicos geriatras, nutricionistas, enfermeras,
técnicas de enfermería, terapistas físicos, etcétera.
En la celebración se hicieron presentes distinguidas
autoridades como el Subprefecto de San Juan de Miraflores, Sr. Elías Ospina
Serna; el Teniente Gobernador, Sr. Freddy Rojo Culsa; y la Lic. Brenda Vega
Olazábal, responsable del Departamento de Atención Integral a las Personas
Adultas Mayores (DAIPAM), a cargo de la Subgerencia de Bienestar y Promoción
Social de la Municipalidad Metropolitana de Lima.
Al inicio del acto protocolar se entonó las notas de
nuestro himno patrio y seguidamente las autoridades izaron el Pabellón
Nacional. El desfile fue encabezado por una escolta del ejército peruano y los
tiernos ancianitos desfilaron haciendo gala de patriotismo al compás de una
marcha interpretada por la Orquesta Sinfónica del Ejercito del Perú. Los abuelitos
desfilaron en sillas de ruedas, andadores y algunos caminando; siempre con la
gentil ayuda de técnicas y enfermeras. Las mujeres se mostraron más
entusiastas: marcharon con pancartas e incluso bailaron al son de una marinera
interpretada por la banda.
Tanto el Subprefecto como el Teniente Gobernador del
distrito de San Juan de Miraflores manifestaron que continuarán trabajando en
beneficio de los internos del hospicio y que están satisfechos de llevar
alegría al recinto.
Mientras que Anatoly Bedriñana Córdova, especialista
legal muy conocido en el distrito, señaló la importancia de involucrar al
empresariado de San Juan de Miraflores para que colabore activamente con las
necesidades de esta casa hogar, las que son innumerables.
Por mi parte, tengo que confesar que fue una
experiencia gratificante haber participado de esta celebración y me siento muy agradecida de haber conocido
este aspecto de la realidad, que muchos peruanos desconocen.
Si bien es cierto que la soledad es una de las
situaciones más tristes que afronta una persona adulta mayor, las dolencias
propias de su edad y el frecuente abandono familiar colocan a estas personas en
una situación muy vulnerable por lo que la sociedad peruana no debe darles la
espalda.
Por otro lado, he sido testigo de la encomiable
labor realizada por los directivos, el personal administrativo, médicos y
enfermeras que –pese a la falta de recursos– tratan, en lo posible, de brindar
mejor calidad de vida a los internos del Albergue Municipal María Rosario Aráoz
de San Juan de Miraflores.
Y para finalizar este artículo, atesoro en mí el
contemplar a los ancianitos que, pese a todas las limitaciones que tienen,
conservan el entusiasmo por vivir. De eso se trata: de vivir con alegría hasta
el último día de nuestras vidas.
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