Después de una larga
jornada, todos limpiamos nuestro rostro
diariamente; algunos lo hacen con jabón, otros siguen las recomendaciones de
los expertos y tienen su kit de limpieza.
Sin embargo, pese a todo esfuerzo, por mantener nuestra piel joven, quedan restos de suciedad que solo
puede ser eliminada con una limpieza profunda profesional.
La piel sufre constantemente agresiones y está expuesta a la
contaminación ambiental, clima, aire acondicionado, calefacción, todo eso la
daña y como consecuencia se producen las temibles arrugas.
Por otro lado, el paso de los años trae consigo, la reducción de las fibras elásticas y el colágeno en la piel (dermis)- que son las encargadas de que ésta se mantenga firme y luzca saludable- eso trae
como consecuencia el envejecimiento de la misma.
Una limpieza profesional tiene como objetivo principal
eliminar en profundidad, células muertas acumuladas en la piel, espinillas; del
medio ambiente que se mezcla con la
propia grasa de la piel.
La ventaja de una limpieza facial profunda
es que prepara la piel para
aprovechar al máximo las propiedades de las cremas que usan a diario; el rostro adquiere un brillo reluciente, tersura y elasticidad.
En el caso de padecimiento de acné la limpieza profunda
permite eliminar toxinas, apertura los poros obstruidos con la grasa y
bacterias que producen la enfermedad; el resultado la reducción del acné y el
mejoramiento de la circulación sanguínea en el rostro.
Los productos para realizar una limpieza profunda deben
escogerse de acuerdo al tipo de piel
sea esta seca, grasa
o mixta. Se recomienda realizar una limpieza facial profunda una vez al mes, el
tiempo estimado en una sesión es de 1 hora 15 minutos.
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