Por: Carlos Esquivel Lobatón
Comunicador social
Hace mucho tiempo…. En una tierra no muy lejana, donde había un pequeño
cine de barrio, mi padre me llevó a ver una película que venía precedida por
una publicidad que afirmaba que dicha producción se adelantaba a su época,
porque nos presentaba un mundo muy distinto al de los setenta y ochenta.
Más que de un mundo, se trataba de una galaxia en donde las naves espaciales,
los robots, las espadas láser y las batallas galácticas eran cosas muy comunes.
Por aquel entonces yo era muy pequeño para valorar las virtudes y
criticar los defectos de lo que se convertiría en un ícono de la cultura
mundial y, aunque después tuve una serie de juguetes y accesorios con los
personajes de la historia, no fue hasta mi época de estudiante universitario
que, influido por profesores y compañeros, volví a ver aquella trilogía en
versión VHS. Sólo entonces pude ser consciente del valor y significado de la
trilogía STAR WARS en la historia del cine, y aunque no me volví un fanático
declarado de la trilogía galáctica, no negaré la gran emoción que me embargó
cuando me enteré del estreno de la nueva saga de STAR WARS allá por 1999.
Entonces esperaba yo algo semejante a lo que había visto de niño, pero
en esta ocasión, George Lucas me dejó muy en claro que el cine es un arte que
ha evolucionado a la misma velocidad que las tecnologías. La precuela nos
mostraba algo muy distinto. Otra estética. Otra velocidad. Los efectos
especiales eran los principales protagonistas del show. Era una nueva trilogía
tan fantástica como su momento lo fueron los episodios IV, V y VI.
El entusiasmo de los seguidores fue tan grande que se habló mucho de una
nueva trilogía que traería consigo los episodios VII, VIII y IX de la saga
galáctica, pero al poco tiempo, el mismo Lucas fue muy enfático al afirmar que
estaba cansado y que el episodio VI era el final definitivo de la serie.
Lucas es un visionario, y como tal, fue consciente de que no tenía nada
nuevo que aportar a su obra maestra. Ahora, después de ver el film, creo que tuvo
mucha razón. No soy crítico de cine y esta es una opinión muy personal, pero a
mi entender EL DESPERTAR DE LA FUERZA es más de lo mismo. Si LA AMENAZA
FANTASMA tuvo el gran mérito de hacer evolucionar a la saga, este último
episodio nos hizo retroceder a los setenta porque nos narra un viejo conflicto
familiar donde los roles se han invertido: ahora el villano es el hijo y el
padre trata de redimirlo.
No voy a hablar mal de la película porque personalmente me gustó, pero
hasta ahí. Confieso que fui con una enorme expectativa recordando la
experiencia de ver en pantalla grande el EPISODIO I.
Me preguntaba qué sorpresa nos guardaba George Lucas para esta nueva
entrega. Claro, la costumbre hizo que por un momento olvidara que Lucas no está
más al lado de su creación.
Y como hace mucho tiempo… En una tierra
no muy lejana de la capital, fui acompañado de mi padre. Ahora vivimos en Lima
y el cine del pueblo a donde él me llevó la primera vez ya no existe. Pero
ambos disfrutamos del espectáculo como hace tanto tiempo atrás. No es una obra
maestra, pero EL DESPERTAR DE LA FUERZA
tiene lo necesario para hacer feliz a un hijo y su padre durante el tiempo que
dura la proyección. Y para mí esto es entretenimiento… Esto es cine.
Autor: Carlos esquivel Lobatón
Revista Freyja
Diciembre 2015