Por : SILVIA RUIZ M.
SEÑOR DE LOS MILAGROS, a tí venimos en procesión tus fieles devotos a
implorar tu bendición…
Es
el cántico que año tras año entonan los miles de fieles que acompañan la imagen
del venerado “CRISTO DE PACHACAMILLA” en la procesión que es considerada la
manifestación católica, religiosa más grande del mundo.
Con
profunda fe llegan al templo de Las Nazarenas, peruanos y
extranjeros, caminando a paso lento, solemne; entre lágrimas y oraciones se introducen en el mar de almas que claman por un milagro u
otras que en agradecimiento vienen a dar
testimonio del favor concedido por El Señor.
Este
año se cumplen 300 años de la declaratoria del Señor de los Milagros como
“Patrón jurado de Lima” y se cumplen 100 años desde que se permite el ingreso de
personas de todas las razas a la cofradía, ya que anteriormente solo podían
ingresar a ella hermanos de raza morena.
CUENTA LA HISTORIA
En el siglo XVII, Lima contaba con una población de 35
mil habitantes, En aquella época era
común el tráfico de esclavos quienes llegaban procedentes de Africa Occidental,
clasificados por castas: Congos, Mandingas, Caravelíes, Mondongos, Mozambiques,
Terranovos, Minas y Angolas.
Precisamente, los angolas fueron llevados a la zona de Pachacamilla en 1651 y al estar instalados, se organizaron para construir sus viviendas, lugar en donde rendían culto a distintas imágenes o santos. Estos actos les recordaban su libertad y cantaban siempre en su lengua nativa como una forma de escape de la opresión que sufrían.
Los negros angola eran el grupo más numerosos entre los esclavos, pero no eran muy valorados ya que, eran considerados, enfermizos y poco propensos a la cristianización.
Un grupo de ellos construyeron una cofradía en el barrio de Pachacamilla, llamado así porque fue habitado por indígenas de la zona prehispánica de Pachacamac. En una de sus paredes de adobe, un negro angoleño llamado Pedro Dalcón o Benito, bajo inspiración divina, plasmó en 1651 la imagen de Cristo Crucificado. La imagen fue pintada al templo en una pared tosca, cerca de una acequia de regadío y con un acabado imperfecto. El esclavo angoleño no tuvo estudios de pintura y ejecutó la obra por su propia fe y devoción a Cristo. Posteriormente fueron añadidas las imágenes de Dios Padre, María y María Magdalena.
Precisamente, los angolas fueron llevados a la zona de Pachacamilla en 1651 y al estar instalados, se organizaron para construir sus viviendas, lugar en donde rendían culto a distintas imágenes o santos. Estos actos les recordaban su libertad y cantaban siempre en su lengua nativa como una forma de escape de la opresión que sufrían.
Los negros angola eran el grupo más numerosos entre los esclavos, pero no eran muy valorados ya que, eran considerados, enfermizos y poco propensos a la cristianización.
Un grupo de ellos construyeron una cofradía en el barrio de Pachacamilla, llamado así porque fue habitado por indígenas de la zona prehispánica de Pachacamac. En una de sus paredes de adobe, un negro angoleño llamado Pedro Dalcón o Benito, bajo inspiración divina, plasmó en 1651 la imagen de Cristo Crucificado. La imagen fue pintada al templo en una pared tosca, cerca de una acequia de regadío y con un acabado imperfecto. El esclavo angoleño no tuvo estudios de pintura y ejecutó la obra por su propia fe y devoción a Cristo. Posteriormente fueron añadidas las imágenes de Dios Padre, María y María Magdalena.
El 13 de noviembre de 1655, a las 14:45 horas, un fuerte
terremoto de 15 minutos de duración, estremeció
Lima y Callao, derrumbando templos, mansiones y las viviendas más frágiles,
generando miles de víctimas mortales y damnificados. El sismo, afectó también
la zona de Pachacamilla, donde todas las paredes del local de la cofradía se
derrumbaron menos una: el débil muro de adobe donde estaba la imagen de Cristo,
quedó intacto y sin ningún tipo de resquebrajamiento. Ese fue el primer
milagro.
EL HABITO MORADO
Cuenta la historia que la Madre
Antonia Lucía del espíritu Santo fundó un beaterio de nazarenas cuyo hábito era
de color morado en honor a Jesús Nazareno (Cristo con la cruz a cuestas).
Desafortunadamente la Madre Antonia tuvo muchos problemas con los permisos para
llevar adelante su institución y luego de mucha insistencia, y mudanzas, las
Nazarenas fueron ubicadas en un espacio al lado de la capilla del Señor de los
Milagros donde sus beatas cuidaban la efigie. Es por esa razón que octubre es
conocido como el “mes morado” en honor a estas religiosas
LUGAR
QUE PODEMOS VISITAR
En el recinto
ubicado en la Iglesia de las Nazarenas se encuentra el Museo del Señor de Los
Milagros, abierto al público en el mes de octubre con el fin de exponer obras
de arte y piezas relacionadas a la devoción que se le tiene al “Cristo de Pachacamilla” a lo largo de
300 años de historia.Pinturas, esculturas fotografías, infografías y videos pueden
ser apreciadas por los fieles que deseen conocer el lugar.
UNA
FORMA DIFERENTE DE CELEBRAR
La
Asociación cultural “Dpaso”, dirigida por don Jorge Navarro, dedicada a la
exhibición del caballo de paso peruano, ha creado una coreografía alusiva a
esta celebración llamada “La primera
cuadrilla del Señor de los Milagros a caballo de paso” de esta forma rinde tributo a nuestro santo”.
Cabe destacar
que Dpaso gracias a su esfuerzo por
difundir nuestro patrimonio cultural, ostenta la marca Perú en esta categoría.
Con
solemnidad, un grupo de jinetes cabalgan vistiendo el hábito morado en una demostración de “pura peruanidad y fervor religioso.
La que
escribe, ha tenido la oportunidad de apreciar este espectáculo y ha quedado maravillada. Considero que debe difundirse y convertirse en tradición nacional en el mes de
octubre, puesto que, sí corresponde a nuestra cultura y nos
muestra la nobleza de nuestra raza caballar.
La procesión
transcurrió tranquila y como siempre reconfortante. El último recorrido de la
efigie se realizará el 01 de noviembre,
esa será la última vez que lo veamos hasta el próximo octubre, en que vuelvan los fieles para venerarlo y
reafirmar la fe de un pueblo que lo ama y lo necesita.
REVISTA FREYJA OCTUBRE 2015
REVISTA FREYJA OCTUBRE 2015