Cuando
hablamos de la historia de la estética,
necesariamente debemos remontarnos al origen del pueblo egipcio. Gracias al descubrimiento de la piedra de Rosetta(1799) se pudo descifrar los jeroglíficos(escritura
egipcia), y entre otras cosas, se
encontraron en los monumentos arqueológicos, graficadas escenas de la vida
cotidiana, que indicaban la gran importancia
que daba esa civilización, al arreglo personal.
El
cuidado del cabello y la piel, el
maquillaje; así como, el uso de mascarillas y cremas; continúan siendo vigentes, de igual modo, podemos afirmar que desde sus inicios
esta profesión ha estado asociada a la medicina, a prácticas religiosas, a la alquimia y ante todo a costumbres de higiene.
En
los papiros (papel fabricado con hojas secas) se han descifrado infinidad de
recetas de belleza que utilizaban los egipcios para acicalarse; a veces la
materia prima empleada en la elaboración de los afeites, era incluso un poco
venenosa; tal es el caso, de restos hallados en cajitas de cosméticos, que
contenían magnesio, azufre, antimonio, vitriolo y salitre.
Los
egipcios utilizaban el antimonio rojo,
para dar color a los labios; también es
cierto que a veces lo usaban para protegerse del sol y del viento; pulverizaban
piedra pómez y la mezclaban con aceites, para proporcionar suavidad a la piel.
Las
mascarillas de belleza se hacían con barro del Nilo mezclado con otros
vegetales aromáticos y machacados con grasa de ganso, jugos de frutas, miel; e
incluso, el excremento de cocodrilo llegó a formar parte de su composición.
Al
ser gentes muy pulcras, las mujeres dedicaban varias horas del día al cuidado
de su cuerpo, convirtiéndose el baño en
un ritual; de igual modo, los hombres debían someterse diariamente al rasurado del cabello; como complemento se
practicaba el masaje relajante con aceites y flores de loto. Los egipcios también
realizaban el arreglo de las uñas, de las
manos y de los pies; pintándolos en tonos muy brillantes, principalmente con
purpura; las cejas se depilaban con pinzas exactamente iguales a las de hoy (algunas
se exhiben en el Museo Arqueológico de Madrid); el maquillaje de los ojos se
realizaba principalmente con kohol, que bordeaban junto a las pestañas; luego
el párpado móvil se empolvaba principalmente con tonos turquesa.
En
Egipto, la profesión de la estética era ejercida por los médicos, y también era
encomendada a personas expertas en este trabajo: esclavos, barberos, posticeros, perfumistas.
Finalmente,
podemos concluir que esta cultura maravillosa, marco el camino a seguir en lo que se refiere a tratamientos de belleza y cosmética,
que hoy en día se han continuado y mejorado gracias la ciencia moderna.
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