Mientras buscábamos un nombre para la revista y después de descartar varias
alternativas; encontramos una historia
que nos cautivó; la de una mujer que consideramos polifacética, sui generis;
con un atractivo muy seductor; poseedora de innumerables cualidades, que la
asemejan a la mujer de hoy en día; por
su belleza una musa para los poetas, por su fortaleza una mujer protectora.
Ella era capaz de amar profundamente al esposo ausente, hasta recorrer el fin
del mundo en su búsqueda.
En la actualidad las mujeres
adoran verse bellas; buscan el amor, no obstante, estudian trabajan, intentan superarse
desarrollar y vivir plenamente. Son verdaderas guerreras: estudiantes
esforzadas; madres luchadoras. Atrás quedaron las espadas y los campos de
batalla. Las luchas ahora se dan en los trabajos; en los hogares para sacar
adelante a la familia; en el amor para conservarlo.
Es por eso que escogimos a esta
fémina, porque sus cualidades representan el mensaje que queremos plasmar en
este medio.
Freyja era una de las diosas mayores de la mitología
nórdica o germánica, cuya influencia se
extendió en países como Noruega, Suecia, Dinamarca y parte de Alemania.
El culto a esta deidad
se extinguió con la aparición del cristianismo en estos lugares, convirtiéndola en pagana.
Freyja era hermana del Dios Thor
y fue venerada como la diosa del amor,
la belleza, la elegancia, la fertilidad. La gente la invocaba para tener
felicidad en el amor, asistir en los partos y tener buenas estaciones.
En los relatos, la diosa era
asociada con la guerra, la muerte, la magia y la riqueza. En la faceta en la
que se le asocia con la guerra Freyja
comandaba a las valquirias, que eran guerreras que se encargaban de recoger las
almas de los hombres caídos en combate;
llevaban a la mitad de ellos al palacio de la diosa llamado folkvangr; en ese
lugar Freyja los recibía para agasajarlos
con un banquete como a verdaderos héroes...
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