lunes, 24 de agosto de 2015

5 RIESGOS QUE DEBES TOMAR AL MENOS UNA VEZ EN LA VIDA


Autor: Stefan Austerühle

¿Qué es lo que la mayoría de nosotros tenemos en abundancia?

Arrepentimiento.

Peor todavía: En algún momento de la vida la mayoría de nosotros va a recordar algo y pensará: ¿Qué hubiera pasado si en ese momento hubiera hecho... hubiera dicho... hubiera tratado de hacer...?

Según Mark Twain: "En veinte años vas a estar más decepcionado de las cosas que no hiciste que de las cosas que hiciste.¨

Siempre puedes recuperarte, aprender, construir sobre un error. Pero si no haces nada, entonces no habrá nada que rescatar, mejorar o descubrir.
Y todo lo que te queda es pensar: “¿Qué hubiera pasado si hubiera hecho...?”
Aquí tienes 5 riesgos que deberías tomar antes de morirte. Estoy seguro que estarás feliz de hacerlo –si no en ese momento, entonces serás feliz en algún momento futuro.

1. Confía en alguien, contrata o promueve a una persona en la cual no deberías confiar, la cual no deberías contratar o promover.
Si preguntas a cualquier persona vas a encontrarte con que casi todos te pueden nombrar a alguna persona en la cual no confiaban completamente, pero que esta persona les sorprendió. Cualquier empresario exitoso te dirá que en algún momento contrató a alguien que realmente no cumplía con los requerimientos de Recursos Humanos o con el perfil del trabajo, que era demasiado joven o viejo, a quien le faltaba experiencia o que vino de otra industria.
¿Por qué estas personas entonces confiaron y tomaron el riesgo? ¿Por qué su quinto sentido les mandó una señal y tuvieron el valor de escucharlo?
Descubrieron una capacidad intangible en esta persona. Les gustó la actitud de esta persona, su entusiasmo, su inteligencia o sus valores.
Alguna vez una persona puede tener capacidades de las cuales ni siquiera sabías que las necesitabas.
Si te arriesgas de vez en cuando a darle una oportunidad a un candidato inusual, podría ser que obtengas más de lo que jamás esperabas... pero si no te arriesgas nunca lo sabrás.

2. Disculparte por un gran error que cometiste.
Todos hemos cometido errores. Hay cosas por las cuales nos debemos disculpar: palabras, acciones, omisiones, no defendimos una causa o una persona, no apoyábamos... Cosas como estas pasan todo el tiempo. Y muchas veces comprendemos y nos disculpamos.
Sin embargo, algunas veces cometemos errores tan grandes, tan terribles, tan vergonzosos, tan “no-se-qué”, que estamos demasiado mortificados y avergonzados. Entonces huimos de la situación, y a veces huimos por años... Deseamos que la cosa simplemente desaparezca.

Pero no desaparecerá. Y cada vez, cuando te acuerdas, te sientes peor.
Entonces hazlo: Admítelo y pide perdón. Será terrible hacerlo. Probablemente te griten, te insulten, te humillen....
Pero créeme que también te sentirás aliviado, porque finalmente admitiste y pediste perdón. Podrás encontrar un cierre. Quizás podrás reparar una amistad o una relación amorosa que pensaste haber perdido ya y sin esperanza. Claro, también es posible que no te perdonen y que no puedas recuperar nada... Pero nunca lo sabrás si no lo intentas.

3. Enfréntate a uno de tus peores temores.
Todos tememos algunas cosas. Y algunos temores son tan grandes que solo pensando en ellos empezamos a sentir cómo el estómago se endurece, cómo empezamos sudar y todo lo demás... Muchas veces son justamente las cosas que más deseamos, las que nunca hacemos por temor.
Todos los que trataron y tratan de lograr algo grande, tienen miedo. La gente exitosa no tiene más valor que otros. Tienen los mismos miedos, sudan, dudan de sí mismos, tiemblan y se sienten enfermos. La diferencia es que ellos encuentran la fuerza para
Superar su miedo. Comprenden que el miedo te deja paralizado, mientras que la acción crea confianza en ti mismo y que el fracaso es parte del éxito.
Escoge algo que te gustaría hacer, pero le tienes miedo. No intentes superar el miedo. Acepta que vas a tener miedo de hacerlo, y entonces hazlo sin embargo.
Te apuesto que no te va a ir tan mal como piensas que podría ser. Probablemente vas a llegar a la conclusión de que era más fácil de lo que pensaste. Solo que nunca lo sabrás si no lo intentas.

4. Haz una cosa que es tu sueño, pero de la cual sabes que los otros van a pensar que eres ridículo.
Lo que piensa la gente –especialmente la gente que ni siquiera conoces– realmente no importa.
Quizás no estás creando un nuevo negocio porque todos dicen que estás loco si lo haces. Quizás quieres cambiar algo en tu vida pero te dicen que un perro viejo no aprende nuevos trucos.
Sea lo que sea lo que deseas hacer, pero nunca lo hiciste porque temiste lo que los otros podrían decir o pensar, arriésgate y hazlo.
Escucha las críticas, acepta los golpes bajos, supera las risas, las malas bromas y también la hostilidad. Sigue midiéndote según tus propias medidas y estándares.
Puede ser que logres lo que te propones. Puede ser que los otros se callen poco a poco y que después de un tiempo te des cuenta de que te admiran. Pero nunca lo sabrás si no lo intentas.

5. Ayuda a una persona que no conoces... Solamente porque puedes
No importa lo que piensas que no tienes, sin embargo puedes estar segura que hay millones de personas que tiene aún menos que tú. Uno de ellos necesita una palabra gentil, o un consejo, o un apoyo. La siguiente vez que alguien te pida ayuda, anda un paso más allá y dile: “Está bien. Yo te puedo ayudar con esto. Pero dime ¿qué es lo que puedo hacer que realmente haga una diferencia en tu vida?”
Después haz exactamente esto y quizás lograrás cambiar la vida de una persona... Solo que nunca lo lograrás, si no lo intentas.

Autor: Stefan Austerühle
Coach certificado por la ICC
Gerente de RISE


 Revista Freyja agosto 2015

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